Donizetti a lo largo de su carrera trabajó en sus obras con la dualidad cómico-seria. Dentro del ámbito cómico escribió óperas como "Il Giovedì Grasso", "Rita" o "Il Campanello" que nos conducen a dos de sus óperas bufas más famosas y conocidas, "L´elisir d´amore" y "Don Pasquale". La primera nos relata los tópicos del palurdo engañado por el charlatán de turno. En el caso de Don Pasquale se trata del viejo enamorado del que se burla una pareja de jóvenes. La obra es una farsa cruel sobre los intereses creados alrededor de un anciano rico y avaro, dispuesto a gastar su dinero por el amor de una joven manirrota y pizpireta.

La ópera comenzó a gestarse en París en 1842. Jules Janin director del Teatro Italiano de París propuso a Donizetti componer una ópera bufa para la cual podía contar con una pléyade de cantantes de primer orden como Giulia Grisi o Antonio Tamburini. Donizetti aceptó el encargo y eligió un libreto que había escrito Angelo Anelli para la ópera Ser Marcantonio de Stefano Pavesi, estrenada en Milán en 1810. Giovanni Ruffini, poeta italiano exilado en París, se encargó de proceder a las adaptaciones necesarias, pero el propio Donizetti, así como los cantantes durante los ensayos, le demandaron tales modificaciones que al final se marchó y exigió que su nombre no apareciera en el cartel del estreno.

La partitura de la ópera combina viejas fórmulas heredadas de Rossini junto con la introducción de novedades formales de gran calado, como la supresión del recitativo secco que sustituye por un dinámico y eficaz recitativo acompañado. Ese dinamismo se contagia a los números, principalmente a los de conjunto, donde la acción, lejos de paralizarse, recibe un renovado impulso. Si bien es cierto que el compositor conserva la estructura de números cerrados, estos límites se difuminan para fundirse con los recitativos, de esta forma la acción no se detiene imprimiendo a la obra un ritmo trepidante.

Con esta ópera Donizetti y su libretista Giovanni Rufinni compusieron una suerte de comedia social, con una trama que alterna las clásicas situaciones de la ópera bufa con incursiones en el terreno del realismo solemne. Numerosas son las comedias y las óperas bufas que se fundamentan en el personaje de un viejo que gracias a su posición económica logra casarse con una joven bonita pero de escasos recursos. Sin embargo el final feliz de la obra de Donizetti es incapaz de hacernos olvidar la triste soledad de Don Pasquale.

La ironía romántica se abre al sentimentalismo de la melodía donizettiana, en una ópera que forma parte de las obras de Donizetti que han sido parte del repertorio habitual de los teatros de ópera de todo el mundo, incluso durante el eclipse que sufrió la obra del compositor a partir de 1860 hasta los años sesenta del pasado siglo. Siendo la ópera más popular de Donizetti tras L´elisir d´amore y Lucia di Lammermoor.